Se presenta una joven de 40 kilos con una actitud tímida y reservada. Es una anoréxica crónica, es decir, que ha estado mucho tiempo en este estado, en su caso, han sido 8 años en los que se ha mantenido bajo peso. Es claro que este es un caso delicado y se necesita una aproximación con mucha delicadeza, evitando culpabilizar o forzarle a que coma.
Como es fundamental indagar en la primera sesión se le preguntó al paciente: ¿Qué cosas has intentando para resolver tu problema?
- Someterse a tratamientos de alimentación.
- Internaciones en hospitales y clínicas especializadas.
- Tratamientos psicológicos, entre otros.
Sus padres se han resignado ante tal situación ya que han intentado todo para que ella vuelva a subir de peso.
Nada de lo anterior había funcionado para ella, seguía en la misma condición de bajo peso pero por sobre todo, a nivel psicológico, continuaba fija con la idea de la delgadez extrema y su miedo a la comida.
Nardone le pregunta: ¿qué es lo que la trajo hasta aquí luego de tantos fracasos..?
Ella responde que una ex compañera de una de las clínicas a las que asistió le contó acerca del Centro de Terapia Estratégica, ella se había curado allí por lo que recomendó a las otras siete ex compañeras que formaron parte del grupo en el centro, pero todas ellas habían ya fallecido.
En este punto es fácil notar la delicadeza y la suavidad con la que uno debe aproximarse a un caso de estas características, pero también, se debe ser muy emotivo, para lograr la sintonización con lo que percibe y siente el otro, hasta el punto en considerar que lo que el paciente dice es lógico y razonable desde su punto de vista y luego, sobre esto, añadir algo, sin eliminar lo anterior, simplemente agregar un elemento nuevo elemento para que haya una nueva evolución de los eventos futuros y hacer que el cambio surja de manera espontánea. Lo anterior ya lo decía Blaise Pascal en Pensamientos o Lao Tse quién decía «Lo ideal es que el efecto pase inadvertido y el cambio ocurra como una inclinación causal de los acontecimientos«.
Nardone, luego de haber continuado con la comunicación estratégica y hacer la sintonización le da la siguiente prescripción:
«De aquí a cuando nos volvamos a ver quisiera que hicieras sólo una cosa por mí, una cosa que me ayudará a conocerte mucho más que tantas charlas. Por las noches, cuando te vayas a la cama, sobre la almohada y como última acción del día, toma papel y escribe una carta que me dirigirás a mí. Me gustaría que la comenzaras con «querido doctor», y después quisiera que me escribieras todo lo que se te pasara por la mente, pasado, presente o futuro, memoria, fantasía o realidad, todo lo que se te pase por la cabeza. Cuando la hayas terminado de escribir, firma la carta, la metes en un sobre y la cierras sin releerla, y la próxima semana me las traes todas«.
Aquí se busca provocar en la persona que renuncia a comer, una agradable sensación de comunicarse íntimamente con alguien, este efecto puede generar el primer pequeño cambio.
A la siguiente sesión la joven llevo varias cartas, expreso que le había parecido algo molesto y banal pero que luego se «soltó» y pudo escribir cosas que antes no había dicho en sesión. Además, expresa que comenzó a sentir la necesidad de tener contactos sociales, se contactó con una amiga y con su prima para organizar una salida. De esta forma, logro pasar varias horas saliendo con algunas personas sin inquietarse, en vez de eso, sintió que logro divertirse.
Nardone la persuade a que continúe saliendo con estás personas, pero que esta vez lo haga como si fuera una mujer seductora, de las que están segura de sus encantos: «lanza alguna mirada y quizás alguna sonrisa, tengo curiosidad por comprobar qué efecto te producirá«. Además, debe continuar escribiendo las cartas nocturnas. Ella reaccionó con una leve y maliciosa sonrisa.
Luego, en la tercera sesión le dijo que esta vez le había gustado escribir las cartas pero sobre todo comenzar a tener el papel de mujer llena de encantos, esto le había generado bastante satisfacción. Nardone aquí, nuevamente le pide algo, esta vez un poquito más difícil y transgresor:
«Como lo has hecho muy bien hasta ahora siguiendo mis indicaciones y experimentando novedades agradables, pero no peligrosas, quisiera que hicieras otro experimento, aunque tengo que advertirte que éste te parecerá más peligroso. Quisiera que de aquí a la próxima vez que nos veamos te concedas, cada día, una pequeñísima transgresión a tu rígido orden de alimentación. Te pido algo pequeño, por ejemplo una chocolatina, un trocito pequeño de un dulce o de pastel salado; en definitiva, una de esas cosas que tú sabes que te gustan pero a las que les tienes tanto miedo. En otras palabras, quisiera que, sin modificar de ninguna otra manera tu dieta compuesta de fruta y verdura, añadieses una pequeñísima transgresión diaria. Te pido que lo hagas a escondidas, sin que los tuyos lo sepan; será nuestro pequeño secreto«.
Continúo saliendo con su prima, divirtiéndose pero también se atrevió a realizar la prescripción y todos los días se concedió una pequeña transgresión diaria, que tras el miedo iniciar luego le había sido agradable. Nardone en esta sesión le sugiere que continúe potenciado sus relaciones sociales, representando el papel de mujer fascinante y seductora y que continuará añadiendo una transgresión diaria.
En la siguiente sesión la paciente comenta que había sucedido algo impresionante, salió con unos amigos y se había comido un trozo de pizza, dijo que fue algo natural, ni siquiera intento esforzarse. Tras ese momento, comenzó a incluir en sus comidas un trozo de pizza.
Desde ahora la terapia continúo de ese modo, pero luego de esta gran experiencia emocional correctiva, es decir, pasar de comer solo frutas y verduras y estar bajo peso a incluir en cada comida algo que antes estaba totalmente prohibido para ella, de esta forma, la paciente continúo desarrollando su plano social e incluyendo siempre una transgresión en sus comidas lo que le ayudó a subir y normalizar su peso y finalmente a llegar a ser como antes de padecer el trastorno, una mujer atractiva y con mucho encanto.
Observación
La terapia breve estratégica demuestra que la eficiencia, es decir, que los cambios terapéuticos se produzcan brevemente, no sólo es una buena característica de una terapia, sino que muchas veces necesaria para que se produzca un resultado exitoso en la resolución del problema. Y muy contrariamente a lo que la lógica nos dice, para que se produzcan cambios en el corto periodo de tiempo, no se necesita grandes maniobras o gastar mucho tiempo en desarrollar un largo diagnóstico, se necesita de un simple y pequeño movimiento, que si es dado en el lugar indicado es capaz de producir efectos rápidos y concretos.
En este caso, el pequeño movimiento no estuvo dirigido hacía la comida, que es el problema más grave, sino que a sus relaciones sociales. Cuando se trata de una anorexia crónica, como es el caso anterior, la persona no solo se abstiene de comer, sino que la abstinencia comienza a invadir otros placeres de la vida, como las relaciones sociales, por lo que la persona comienza a experimentar un completo desierto tanto fuera como dentro de sí. Es por esto que la primera prescripción que entrega Nardone a la paciente son las cartas que le debe dirigir hacia él, esto genera un pequeñito cambio, pero muy importante donde la persona comienza a tener la agradable sensación de comunicarse íntimamente con alguien, en palabras de Nardone esto representa «una primera hendidura en la armadura» que la persona se ha aprisionado. El cambio más importante se da cuando le prescribe que actúe como si fuera una mujer seductora con otros como un experimento ya que como decía Pascal «compórtate como si te lo creyeras, que la fe no tardará en llegar». El actuar como si, comenzó a generar una nueva realidad para ella donde comenzó a experimentar el placer de estar con otras personas, esto finalmente abre paso a cambios más profundos en ella.
Todo lo anterior comienza a generar una reacción en cadena que permite a la paciente comenzar socializar más, por lo que comienza a estar en mejores condiciones para poder llevar a cabo la siguiente y más difícil prescripción que tiene relación con la comida, de esta manera comienza a pasar de un completo desierto a un campo cada vez más florido.
El caso anterior demuestra que aunque un problema se mantenga durante largo tiempo, en este caso durante ocho años, no es necesaria la misma cantidad de tiempo para poder resolver, y es que los primeros cambios se dieron antes de los dos meses. Una vez que estos primeros cambios se producen, ahora es cuestión de seguir la misma ruta y cada vez más potenciar los cambios que ya se han dado.